Cuestión de racionalidad

El mal menor sólo es justificable cuando no existe otra elección posible. Sin embargo, el PP no es la única elección posible.

Si todos los que votan al PP como falso "mal menor" dejaran de votarlo, es posible que ganara otro partido más abortista. Sin embargo, es posible que, a lo largo de varias legislaturas en la oposición, aunque sólo fuera para recuperar el poder, el PP protegiera la vida con mucho más interés del que hasta ahora han mostrado sus actos, que es ninguno.

Así, tristemente, llegamos a la conclusión de que la única forma de salvar vidas es dejando de votar al PP para que así pierda las elecciones y, tras una larga permanencia en la oposición, aunque sólo sea por cálculo político, empiece a defender la vida. 

Aunque mucho me temo que hasta eso se trate de una simple ilusión. Tras los años del felipismo y la ley del aborto, el PP de José María Aznar resultó ser tan o más abortista que el mismísimo PSOE. ¿Por qué habría de ser ahora diferente?

Cabe perfectamente dentro de lo posible que el PP prefiera su autodisolución antes que luchar contra el aborto de forma efectiva. Es en ese contexto donde las declaraciones y comentarios del presidente de Red Madre, el sr. Antonio Torres, adquieren un tono especialmente sangrante.

Ya hemos probado durante años y años la estrategia de la fe en las declaraciones políticas del PP que nos propone el sr. Torres. Hemos votado al PP del "mal menor" legislatura tras legislatura. Y no ha servido para nada más que para insensibilizar y desmovilizar a la sociedad española.

Hasta ahora, el voto al PP no ha servido para reducir el número de abortos. El "mal menor" ha resultado ser una parte del problema, no de la solución. Ahora nos toca probar una estrategia distinta.

No hacerlo sería, simplemente, irracional.

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PD:  Con artículos como el de hoy, el sr. Torres ha destruido por un lado una gran parte de lo que ha podido construir por otro. En casa somos socios de Red Madre. Si Red Madre no se desmarca de la postura del sr. Torres, no nos quedará otro remedio que darnos de baja, pasando a entregar nuestra aportación a otras entidades provida.

Que nadie diga que mis palabras carecen de valor porque están escritas bajo seudónimo. Nadie ha impedido al sr. Torres hacer lo mismo. Él ha preferido empeñar su prestigio y el de Red Madre para apoyar las suyas. Dado que yo carezco de él, prefiero que las mías hablen por sí solas. Pero si de prestigio se trata, siempre se puede acudir a las de Javier Paredes o las de Luis Fernando Pérez Bustamante.

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