-Y me viene a la mente decir algo que puede ser una insensatez, o quizás una herejía, no sé. Francisco, Jornada Unidad Cristiana. Fénix, 23-V-15
Hæc est hora vestra et potestas tenebrarum (Lc.22:53)

lunes, 27 de febrero de 2012

Historia de Una traición


Ana A., en su blog Sin miedo al Opus Dei, ha desgranado una historia que, de momento, lleva cuatro entregas. Me ha parecido tan fascinante que no me resisto a presentarla aquí:


1. Historia de una traición ( o más): lunes 13 de febrero de 2012, 23:09
http://sinmiedoalopusdei.blogspot.com/2012/02/historia-de-una-traicion-o-mas.html

Heredero del negocio paterno de venta de vino de Jerez en 1958, “Ruizma” cerró un contrato con Harvey que le dio suficiente liquidez como para invertir en otras empresas. Coincidía que España tras años de estancamiento económico empezaba un tímido despegue. Además del negocio, Jose María heredó una gran devoción a la Virgen María, reforzada por su entrada en el Opus Dei en 1963.

Ruiz Mateos atrajo la atención del banquero Luis Valls Taberner, presidente del Banco Popular, que también se veía con florecientes ganancias en aquellos años. A la sazón, Luis Valls era y fue hasta su muerte numerario. Valls le presentó a Paco Curt martínez, con quien compartiría empresas turísticas en la costa de Tarragona, y a Gregorio López Bravo, supernumerario y ministro de industria en 1962. A ambos, el banquero numerario les veía grandes posibilidades.

Metido en la red de amistades opusinas Ruizma empezó a expandir sus negocios: compró la Banca Jiménez y la transformó en el Banco de Jerez, adquirió una gran bodega productora de vino de Jerez y siguió extendiéndose en la industria alimentaria, la construcción, el turismo.

En 1968 se traslada a Madrid. Y bautiza su holding con el nombre que le hará famoso: 350 empresas agroalimentarias, farmaceúticas, turísticas y 20 bancos, con 40.000 empleados Rumasa era una de las mayores empresas españolas.

Infatigable trabajador y devoto padre de 13 hijos, tenía en su despacho la imagen de la Virgen, dos crucifijos y un ejemplar de “Camino” encuadernado en piel. En su mesita de noche, el retrato de Escrivá, el padre, y, como supernumerario, incorporaba a sus normas de vida la confesión semanal, la charla fraterna con un laico, el círculo semanal y la nada despreciable cantidad de un millón de dólares anuales en las arcas de la Obra.

“Recibí el dinero de Dios, lo devuelvo a Dios.”

Ruiz Mateos creía que era indispensable para la Obra de Dios. Permitió a los estrategas del Opus usar su corporación, aunque él seguía siendo el jefe. Ocho de quince directores eran de la Obra. Y, dado que el Opus le dejaba en libertad para hacer sus negocios como le pareciera mejor, no se dió cuenta de la paradoja que constituía el hecho de que su director espiritual le dijera que no revelara su pertenencia al Opus.

El numerario Salvador Nacher March, abogado, se convirtió, además de su "charlista", en su "alter ego", todos los temas los discutía con él, nada era lo suficientemente íntimo para que no se lo diera a conocer.

Impresiona ver que este empresario vivió lo mismo que los numerarios de a pie sin millones a disposición, la dependencia total para absolutamente todos los aspectos de tu vida, hasta los más íntimos de la persona que lleva tu charla. En el caso de Ruiz Mateos, superinteresante dependencia, lo ordeñaron a base de bien.

De hecho sólo había otra persona en la que Ruiz Mateos tenía más confianza que en su director, Luis Valls Taberner.

El caso de Ruiz Mateos ilustra perfectametne el doble lenguaje de la organización, que pretende no interferir e la vida profesional de sus miembros. Su trabajo es meramente espiritual, ya que los miembros del Opus son libres en las materias en las que la iglesia ha dado plena libertad a los fieles. Lo peor es que nos lo creíamos.

Rumasa era la perfecta estructura para satisfacer las particulares necesidades del Opus Dei:

Primero, Rumasa era propiedad privada de Ruiz Mateos y de sus cuatro hermanos, (uno de ellos un cura del Opus) y de su hermana.

Segundo, Rumasa era un grupo muy diversificado con sus propios bancos en España y en el extranjero. Esto significa que podía ser utilizado por una parte para camuflar transferencias internacionales y por otra para sacar contribuciones millonarias.

Tercero, Rumasa convenía al Opus Dei por sus cualidades de confidencialidad, flexibilidad, disponibilidad y fungibilidad, todas características muy importantes para los hombres que gobiernan el Opus Dei.

Optimista por naturaleza, Ruiz Mateos llegó a ser uno de los hijos más fiel, obediente y provechoso del Padre. Fue lisonjeado y mimado. Su amor a la Obra creció y la Obra lo amaba. Cuando se le indicaba que se necesitaba su ayuda para ayudar a una empresa auxiliar del Opus Dei en apuros, como un banco con problemas, acudía Ruiz Mateos libremente y de buena fe. Cuando se le pidieron 10 millones de Dólares para la universidad de Navarra, los dió igualmente.

Los requerimientos financieros del Opus Dei son vastos. Con cinco universidades sudamericanas a imagen y semejanza de Navarra, una docena de instituciones educativas existentes o planeadas alrededor del globo y el santuario de Torreciudad en construcción que salió por unos 30 millones de dólares, necesitaba recurrir a un grupo de empresas como Rumasa. La presión es constante para buscar no sólo nuevos miembros sino también nuevas fuentes de capital. Eran negocios arriesgados, puesto que si una empresa fallaba se podían poner en peligro sectores enteros de la economía. Parecía que nada podía turbar la singladura de la abeja, pero en 1974 llegó el primer contratiempo cuando los precios del petróleo se cuadruplicaron. Y en Roma, donde el Opus Dei estaba emprendiendo la batalla por la influencia en la curia, no se dieron cuenta hasta varios meses después.

Ruiz Mateos era consciente de que la obediencia era la clave para ser un buen hijo de la Obra. Cualquier duda en obedecer a los superiores se interpreta como un rechazo a la voluntad de Dios.

A la muerte del fundador, que impactó especialmente a Ruiz Mateos, RUmasa facturaba el 2% del PIB español. Parecía poder financiar cualquier proyecto del Opus Dei. Pagaba religiosamente el 10% de sus beneficios trimestralmente a cuentas del Opus en Suiza. El trato se hacía directamente entre Carlos Quintas Alvarez, directivo de Rumasa, y Juan Francisco Montuenga, tesorero del Opus Dei en España.

Además de estos pagos regulares, Rumasa socorría al Opus Dei en caso de necesidad. Fue el caso del Banco Atlántico. Este banco pasaba por dificultades en 1977, sus acciones caían en la bolsa. Continetal Illinois decidió dejar sus acciones del banco, y el Opus Dei, a espaldas de los directores de dicho banco, pidió a Ruiz Mateos que interviniera. Ruizma inyectó 50 millones de dólares.

Ruiz Mateos explicaba con su habitual optimismo que Rumasa hizo una oferta atractiva y compró las acciones de Continental Illinois. Tras la compra, fue a explicar la situación a los directivos del Atlántico Bofill y Ferrer que, miembros del Opus ellos mismos por lo que parece, no estaban al corriente de la operación.

Cuando José Ferrer se enteró, se quedó lívido y sin habla durante al menos 10 minutos. Ruiz Mateos comprendió que si un hombre del calibre de Ferrer se había quedado mudo ese hombre estaba profesionalmente acabado. La "terrible obediencia del Opus Dei" le exigía que aceptara el hecho consumado, fueran cuales fueran las desagradables consecuencias.

Los directores del Opus Dei exigieron a Ruiz Mateos que comprara también el Banco Latino para redondear la operación del Atlántico y a un precio muy elevado. El Banco Latino había hecho préstamos significativos a la Fundación General Mediterránea y a otras empresas relacionadas con el Opus Dei clasificadas como deudores que no podían pagar. Unos 13 millones y medio de dólares fueron a parar a Esfina, la FGM y el Atlántico para adquirir Banco Latino. La FGM pudo continuar operando 16 años más gracias al salvavidas de Rumasa. Finalmente, adquiriendo el Atlántico, Ruiz Mateos contrató los servicios del abogado de Zurich Arthur Wiederkehr.

Ruiz Mateos quiso tranquilizar a Bofill y a Ferrer, no los pensaba echar del staff del Atlántico. Pero los mandos del Opus Dei tenían otras intenciones para ellos: Bofill fue enviado a Londres a enseñar Economía en una escuela del Opus y Ferrer se trasladó a Argentina donde su familia tenía intereses y donde existía otra FGM que financió el movimiento neoperonista.

El banco de España advirtió en 1978 a Ruiz Mateos que aflojara el acelerador. Además, pidió auditar las cuentas del holding y nombró a Navarro Rubio como "auditor". Aunque la mayor parte estaba a nombre de la familia, había hasta 100.000 pequeños inversores que poseían acciones de Rumasa. Pero Ruiz Mateos no tenía intención de enseñar las cuentas porque se habrían visto las transferencias a la red  del Opus Dei en el extranjero. Con la ayuda del abogado Wiederkehr empezó a diseminar las acciones de Rumasa, aunque eso requería llevar varios libros de contabilidad y enseñar sólo uno de ellos. Nunca se dijo que Ruiz Mateos fuera tonto, era astuto como un zorro y seguía confiando en Luis Valls.


2. Historia de una traición II: viernes 17 de febrero de 2012, 17:45
http://sinmiedoalopusdei.blogspot.com/2012/02/historia-de-una-traicion-ii.html

Josemaría Ruiz Mateos consideraba al banquero Luis Valls como un hermano. Las personalidades de ambos contrastaban: Ruiz Mateos, accesible a sus empleados, extrovertido. Valls, de vida secreta y casi monacal, numerario, recluido en su despacho de la presidencia del Popular del edificio Beatriz. Aunque era numerario, Luis Valls tenía su "penthouse", nada de vida de familia en un centro.

Tanto Luis Valls como Alvaro Portillo, el que sería segundo Padre en el Opus, le echaban en cara a Ruiz Mateos la excesiva aparición de "abejas Rumasa" en Madrid, poca discreción la del jerezano. Ruizma estaba demasiado a la vista, demasiado consciente de su propia imagen, y así el Señor no podía brillar...

Según Santiago Aroca, en la revista Tiempo de 7 de julio de 1986, el Opus Dei en la España de entonces tenía un presupuesto de unos 160 millones de libras anuales. Doblaba el presupuesto de la iglesia española.

¿Qué hacía la Obra, organización puramente espiritual, con toda esa cantidad de dinero? Era la pregunta que se hacía el Partido socialista cuando llegó al poder.

Me acuerdo de las elecciones de 1982, que llevaron a Felipe González a la Moncloa. Era el primer gobierno socialista desde la Guerra Civil. Algunos socialistas acusaban al Opus Dei de fomentar el golpe del 23-F, ya hablamos de Armada, y del Alcázar, periódico golpista en manos Opus. Los socialistas querían un contragolpe.

Luis Valls, por su parte, temía que el PSOE nacionalizara la banca privada, y en esta situación se autoproclamó portavoz de la banca comercial española, defendiendo el derecho de la libre empresa.

Al tiempo, hay que recordar que el Vaticano estaba teniendo problemas financieros, y en junio de 1982 aparecía Roberto Calvi, "il banquero di Dio", colgado [del puente Black Friar's] de Londres. Muerte que se quiso hacer pasar por suicidio. Pero no, fue homicidio... [El caso es que] Había que inyectar money en las finanzas vaticanas. ¿Y quién mejor para inyectar semejante medicina a cambio del oportuno ascenso...?

Gregorio López Bravo, ex ministro franquista y supernumerario, entonces al frente de Banesto, junto con Enrique Sendagorta, también supernumerario y miembro del consejo del Banco de Vizcaya, formaron un Instituto de Educación e Investigación. Todos dieron pasta, y a Ruizma le pidieron nada menos que mil millones quinientas mil pts, y le dijeron que era para la universidad de Navarra, aunque Ruiz Mateos sospechaba que era para el IOR, el banco que le quitaba el sueño al supuesto suicidado en [el puente Black Friar's de] Londres.

Ruiz Mateos dijo que no podía dar tanto de golpe, Dios pide mucho a veces. Prefería transferir 300 millones cada año durante cinco años más los intereses. El intermediario fue La Hispaño Alemana de construcciones. A 9 de diciembre de 1980 salieron las cartas de pago, pagaba el banco industrial del Sur en la misma fecha de los años siguientes. El primer año, [pagó todos los intereses] el interés fue de 150 millones de pesetas. En vez de 300, por tanto 450 millones, así se desquitaba de darle dinero a Dios a plazos.

Una vez que Rumasa se había quedado con el Atlántico, sus bancos estaban en el top ten de los bancos españoles, justo por detrás del Popular de Luis Valls Taberner... ¿Había descubierto Ruiz Mateos la fórmula y seguiría sin que sus cuentas fueran auditadas de manera que se tranformara en el primer banco español? [con el peligro que eso encerraba para la supervivencia del PoPular: no, si Luis Valls Taberner podía impedirlo de alguna forma.] El banco de España presionó a Ruizma para que abriera sus libros de cuentas a la inspección.

Ruiz Mateos llamaba los "Vallses" a todos los directivos bancarios españoles porque le debían lealtad a Luis Valls, incluidos el gobernador entonces del Banco de España, José Ramón Alvarez Renduelles, gobernador del banco de España (1978-84), y su representante Mariano Rubio, que era el responsable de asegurar que Rumasa mostrara sus cuentas.

Pero Ruiz Mateos sabía bien que si lo hacía seria un problema, se descubririan las transferencias no declaradas al Opus Dei. Y si no lo hacia se arriesgaba a la expropiación. Decidió hablarlo con su amigo y confidente Luis Valls Taberner. El lobo disfrazado de esta historia. En todas las salidas del Opus Dei está la figura del lobo disfrazado.

Luis Valls le vino a decir que su problema se solucionaba con sobornos, incluso le indicó asesores-"sobornadores" profesionales que le podían ayudar con el papeleo: Antonio Navalón Sánchez y Matías Cortés Dominguez:

- "Gente de mi entera confianza", [le dijo Luis Valls Taberner].
- "¿Cuánto hay que pagar?", preguntó Ruiz Mateos.
- "Mil millones de pts. serán suficientes", habría dicho Luis Valls.

Todo esto figura en una carta de Ruiz Mateos a Luis Valls, y en un memorandum a una agencia de detectives londinense. Luis Valls ya se ocupó de desmentir las afirmaciones de Ruiz Mateos.

Matías Cortés era un abogado famoso, entre sus clientes, Mariano Rubio y Manuel de la Concha. Cortés tenía el teléfono privado del Rey y se codeaba con los ministros. Desprendía influencia. Aunque Luis Valls lo presentara como persona de su entera confianza, el abogado dijo del opusino en una ocasión que era un "soberbio, obsceno y chuleta de barrio".

Dicho abogado sigue ganando dinero a manta, este sí que tiene la receta mágica.

Ruiz Mateos se fió y contrató a Navalón. Cuando los socialistas ganaron los elecciones, preguntó a Luis Valls qué iba a pasar, y éste le dijo que volviera a dar mil millones de pts, supuestamente para el Banco de España o para el gobierno socialista. El secretario personal de [Ruiz Mateos] daba el dinero en metálico y en cheques. Navalón llamaba a este dinero "sus caramelos".

Poco después, dos emisarios del Opus le preguntaron a Ruiz Mateos quién estaba enterado en Rumasa de las transferencias a Suiza. Carlos Quintas, el jefe de la división bancaria del holding, se ocupaba. Los emisarios se fueron satisfechos con la respuesta, pero más tarde Ruiz Mateos dedujo que los Opus, sabiendo lo que iba a pasar, querían estar seguros de que Quintas había limpiado toda referencia a la Obra de Dios de sus libros.

A principios de 1983 Rafael Termes, gran desmemoriado, y Paco Curt retiraron sus acciones de una compañía subsidiaria de Rumasa. El presidente del holding no sospechaba nada. Ruiz Mateos dice que debía ser él la única persona en Madrid que no estaba al corriente de que el gobierno iba a expropiar Rumasa. Mientras, Luis Valls movía los hilos detrás de la escena.

En la mañana del 23F de 1983, fecha aniversario en la historia de España, (esto es como lo del 14F dentro del Opus Dei, también es un doble aniversario) Ruiz Mateos volvió a su casa después de una reunión con los dos que le iban a salvar de la inspección o de la expropiación. Confiaba.

Por cierto, que también Ruiz Mateos sospechaba que Luis Valls [& Co.] había financiado el primer 23-F.

Pero, por la tarde, Cortés se reunió con Petra Mateos, un mando en el ministerio de Miguel Boyer (Economía y Finanzas). Y Petra le dijo a Miguel que Rumasa definitivamente rehuía mostrar los libros de contabilidad. Boyer ordenó inmediatamente que una fuerza paramilitar se dirigiera a los edificios de Rumasa en Madrid. Ruiz Mateos estaba en su casa cuando la expropiación fue anunciada en la televisión esa noche, y hasta entonces no tuvo la menor idea de que el destino de Rumasa había sido sellado.

En mayo de 1985, Ruiz Mateos escribía en una carta a Alvaro del Portillo:

"Me enteré de la expropiación a la vez que el pueblo español, viendo la televisión. Hacía días que no sabía nada de Valls. Unas semanas antes, me había llamado y dicho que la expropiación de Rumasa era una de las alternativas consideradas por los socialistas, pero que no debía preocuparme porque Roma no estaba perdida, y por eso confíaba en él."

Los "caramelos" que le había dado a Navalón no habían servido de nada. Boyer explicó el temor del gobierno de que el imperio de Ruiz Mateos se había extendido tanto que corría peligro de colapsar. El holding comprendía muchos bancos y corporaciones S.A, y si se venia abajo habría podido provocar una crisis nacional.

- "¿Qué hago ahora?", preguntó desalentado el expropiado a su amigo y hermano en el Opus Dei, Luis Valls.
- "Cierra la boca, y vete fuera del país. Te ayudaremos, pero debes hacer lo que Matías Cortés te diga".

Apasionante ¿La expropiación de Rumasa, llevada a cabo por el gobierno socialista, se hizo con la connivencia en la sombra, como siempre, del Opus Dei? ¿La habían decidido en Diego de León, o sólo fueron espectadores interesados, y viendo que era inevitable se quitaron de en medio y, sobre todo, quitaron todas sus huellas de Rumasa? El consejo de Luis Valls, visto con la perspectiva de lo que pasó luego, no podía ser más cínico y traicionero.

Y así, remedando el viaje de Calvi a Londres, Ruiz Mateos desaparece. Se va con su secretario privado Pepe Díaz, con Carlos Quintas y con unos cuantos guardaespaldas. Estaba agotado y deprimido. Le habían dicho que, sobre todo, no revelara su adscripción al Opus Dei. Y para asegurarse de que cumplía la consigna, le asignaron un nuevo "director espiritual", Frank "Kiko" Mitjans, un catalán por el que el empresario no sintió gran estima, y un guardaespaldas permamente, Benedict Whyte.


3. Historia de una traición III: lunes 20 de febrero de 2012, 16:26
http://sinmiedoalopusdei.blogspot.com/2012/02/historia-de-una-traicion-iii.html

Cuando Boyer expropió, hacía justo una semana que yo había escrito la dichosa cartita... acababa de descubrir mi vocación, al tiempo que Ruiz Mateos iba a descubrir el camino de salida del Opus Dei. Unos se van y otros vienen.

El paradero de Ruiz Mateos era desconocido para la mayoría de los españoles y alimentaba todo tipo de rumores sobre su deshonestidad y su responsabilidad criminal al provocar la crisis de Rumasa. Se sentía aislado, pero su fe permanecía fuerte. Acudía a Misa cada día en Saint Mary's church en Codogan Street, al lado de Sloane Street, lugar londinense "más pijo imposible" según sus habitantes. Llegaba en limusina precedido de sus guardaespaldas en otro coche. Allí se celebraría la boda de su hija mayor.

Conforme pasaban las semanas, Ruiz Mateos se iba cayendo del guindo: Luis Valls le había traicionado para salvar el Popular de la nacionalización [y, quizá, de la voracidad de Rumasa]. Las autoridades y la prensa pintaban a Ruiz Mateos como un forajido. Boyer dijo que había dos mil millones de agujero en el holding. Según Ruiz Mateos el grupo debía de valer neto tres mil millones. Desde Londres, dió instrucciones a uno de sus abogados, también supernumerario, Crispín de Vicente, para demandar al gobierno pidiendo la devolución de lo que era suyo. El gobierno cotraatacó acusando a Ruiz Mateos de fraude, falsificación contable y de exportación ilegal de capital. Se dictó orden de detención contra él.

Los investigadores encontraron copias de los pagarés por valor de mil setecientos millones de pts, incluidos los intereses en favor del IEI. López Bravo confirmó que el IEI, que se ocupaba de dar asistencia financiera a estudiantes e investigadores, había recibido 870 millones de pesetas de Ruiz Mateos pero negó que el instituto transfiriera el dinero al Opus Dei, el cual lo habría destinado al IOR, lo que era por supuesto verdad. El Opus Dei también negó haber recibido dinero de Ruiz Mateos.

En abril, Ruiz Mateos dijo a un periodista del Sunday Times: "No soy miembro del Opus Dei, aunque simpatizo con sus objetivos". También declaró al Financial Times: "nunca estuve con Calvi, pero algunos me dicen que acabaré como él." (30 abril 1983).

Estas declaraciones provocaron que varios supernumerarios se plantaran en Londres de apagafuegos, pidiéndole que se callara. Uno de ellos, Luis Coronel de Palma, gobernador del Banco de España 1970-1976, intuía que la expropiación había sido un trato para salvar al Banco Popular Español de la nacionalización [si es que no algo más]. Lo mismo pensaba Gregorio López Bravo, estaba disgustado como amigo que era de Ruiz Mateos ¿Irían al mismo círculo de estudios? ¿Estarían en el mismo centro? ¿Habrían hecho convivencias de supernumerarios juntos? La "petite histoire" que nunca sabremos... Él ya le había advertido de manera elíptica que no se fiara de Valls. Los miembros del Opus Dei no pueden hablar mal públicamente de otra persona del Opus Dei, privadamente es otro cantar. Esta vez, López Bravo, que comenzaba a tener sus propias dudas sobre la ética de ciertos opusinos, dijo a Ruiz Mateos: "Luis Valls te debe una explicación."

Al lado de los auténticos lobos, están las almas caritativas que tienden una mano a la oveja descarriada pero con un pie en ambas orillas, sin decidirse por una. Lo hemos vivido todos. De lo peor. Luis Valls le llamó dos veces a Londres:

- "Me dijo que si tenía paciencia el futuro sería estupendo. También me dijo que nos encontraríamos dentro de poco con nuestros hermanos en un país todavía no decidido para hablar sobre todo el asunto".

Más tarde, Luis Valls se presentó en Londres:

- "Me traicionaste"
- "¿De qué me hablas?", Luis se hizo el loco.

Valls evitó toda explicación, y entonces Ruiz Mateos decidió que había dos Opus Dei: el Opus Dei inmaculado, tal y como fue querido por el Fundador, y el Opus de los hombres, tal y como lo hacen algunas personas. Todos hemos pasado por esta fase, que dura más o menos, hasta que los dos Opus Dei se te funden en uno sin remedio.

Decidió cortar todos los lazos con el Opus Homini. Difícil tarea, y  mucho más para él. Contrató al abogado Matías Cortés. No quiso relacionarse más ni con el director espiritual que la habían colocado ni con el "bodyguard" opusino. El Opus Dei envió en misión especial al numerario charlista de toda la vida de Ruizma, Boro Nacher, para intentar razonar con él. Pero el empresario se negó a verlo, sospechando que Nacher estaba al corriente de todo. Y, de acuerdo con Valls y los directores de Madrid, habrían tramado sacrificar Rumasa a los socialistas.

Esto se podía titular "De cómo el Opus Dei tiró la vaca por la ventana después de ordeñarla hasta la última gota". Había otras vacas esperando en otros lugares [esperando dispuestas] a ser sacrificadas por Dios.


4. Historia de una traición IV: martes 21 de febrero de 2012, 11:17
http://sinmiedoalopusdei.blogspot.com/2012/02/historia-de-una-traicion-iv.html

Hay otra historia peregrina de dinero, o más bien de dinero peregrino, invertido por el cuñado de Ruiz Mateos, Luis Barón Mora Figueroa en Venezuela. Se trataba de construir una ciudad residencial de 14.000 viviendas, llamada Paraparal. El dinero salió de España, pasó por Panamá, por NY, por el IOR.

Un obispo venezolano del Opus Dei, Guruceaga, se hizo con el control de las finanzas de la conferencia episcopal de ese país, intentando desacreditar al asesor económico de la nunciatura, Berti, que era quien tradicionalmente se había ocupado de las inversiones de dinero de la iglesia en Venezuela.

Cuando el gobierno socialista incautó Rumasa, ese mismo día, el dinero que se había destinado a esta inversión venezolana desapareció de los libros de cuentas del banco del Norte llevado por el cuñado, y apareció en una sociedad panameña creada al efecto, Cali S.A.

En 1984, no se sabe cómo, el Vaticano consiguió pagar 244 millones de dólares para no ser demandado por los acreedores. Dijeron que el dinero había salido del propio IOR. Pero el IOR no tenía ningún capital, tenia los depósitos de sus clientes, y el cliente que más había depositado era el Opus Dei.

Jose María Ruiz Mateos seguía negando la conexión con el Opus Dei, pero ya se estaba dando cuenta para entonces de la traición de la que había sido objeto. Lo que me choca es que todas sus andanadas en la televisión, que le hicieron famoso, eran contra los socialistas, en ningún caso contra los Vallses y demás parentela que le habían dejado caer.

El Reino Unido se negó a renovarle el permiso de residencia. Se vió obligado a dejar el país, y fue detenido por orden de España en Frankfurt. Pidió asilo político, que le fue negado, y se pasó año y medio luchando contra la extradición. En medio de ese proceso, escribió una carta de 45 folios a mano al prelado Alvaro del Portillo.

Todos hemos escrito esas cartas,  buscando comprensión, descargando nuestra alma en la confianza que nos da el Padre en la Obra, esperando una mano amiga o una guía... ¡Qué chasco no nos llevamos cuando no hubo ni siquiera acuse de recibo! esas cartas las lee todo el mundo menos el destinatario. Me impresiona pensar que ya están acostumbrados a ellas, y que el interesado es el único tonto que se piensa que está siendo el primero en escribir una carta de queja al Padre... ingenuidades:

"Le aseguro Padre, que todos los hechos que le cuento son verdad, Dios lo sabe. Mi único objetivo es informarle de lo que ha ocurrido, y si Vd, lo ve oportuno, recibir su consejo. Me lo han quitado todo. No han valorado nada, han desacreditado mi trabajo y me han echado de España. He sido perseguido y calumniado. He estado en la cárcel, he sido separado de mi familia. ¿Qué me queda...? Le pido Padre que se ponga en mi situación y que intenté entenderme. Estoy seguro de que sentirá compasión, si pudiera solamente entender lo que estoy sufriendo me ayudaría mucho a aliviar mi dolor..."

Daba cuenta del paripé de los directores del Opus Dei que le fueron a visitar en Londres y en la cárcel de Frankfurt. Le pedían que callara, pero ¿a quién beneficiaba el silencio?

"Le aseguro que nunca quise dejar en mal lugar a la institución y creo que lo he demostrado heroicamente. ¿Y cómo he sido recompensado por mi silencio?" 

Ruiz Mateos decía que el vicario del Opus Dei en Alemania le había advertido, mañana puedes morir de una ataque al corazón...

"Mi entorno personal está intimamente ligado al Opus Dei, mi esposa, mis hijos, mis hermanos, mi cuñado, incluso mi abogado (Crispín de Vicente). Cuántas veces he llorado con ellos por mi situación y he recibido sólo un silencio sepulcral, y me he dado cuenta de que todos me miran con reservas, y finalmente he visto que no entienden..."

Citaba una carta de Luis Valls negando toda participación en los problemas con el banco de España.

- "Si alguién te ha fallado, no soy yo", decía Valls.

Ruiz Mateos confió la carta a su hijo Zoilo para asegurarse de que llegaba a su destinatario, debía entregarla personalmente en Villa Tevere. Jamás obtuvo respuesta, pero Amadeo de Fuenmayor, el del "Itinerario jurídico del Opus Dei" fue a verle. Y lo primero que le preguntó:

- "¿Cómo va tu alma? ¿Estás cumpliendo las normas?" Lo típico que se pregunta cuando el gobierno te ha quitado todas tus empresas con la connivencia de los que hasta ayer eran tus "hermanos".

Ruiz Mateos preguntó por su carta:

- "¿Qué carta? ¿No sabes que puedes morir esta noche...? ¿Tener un ataque al corazón...? ¿O morir de cáncer...?"

Qué pesados con el ataque al corazón...

En noviembre de 1985 se cumplió la extradición, y Ruiz Mateos fue llevado a España en un avión militar. Pasó siete semanas en el ala de máxima seguridad de Alcalá Meco, lo que le dió más tiempo para pensar. Apareció en un juicio preventivo en Año Nuevo, y escapó poniéndose una peluca, un falso bigote y una gabardna en los servicios de la audiencia, para reaparecer días más tarde en una bien publicitada conferencia de prensa quejándose de las condiciones de detencón. Las autoridades decidieron dejarlo en arresto domiciliario.

Con razón, no veía por qué tenía que ser acusado de exportación ilegal de capital mientras quienes los que le habían presionado para hacerlo no eran acusados a su vez. Ruiz Mateos, manifiestamente, no se había leído los reglamentos del Opus Dei, los que estaban vigentes desde 1941 con el visto bueno del obispo de Madrid, y los que siempre han sido la guía de los modos de actuación de esta institución. Yo tampoco los había leído hasta hace bien poco, y llevo diez años fuera.

Ruiz Mateos informó a los magistrados que tres directores nacionales del Opus Dei, Alejando Cantero, Juan Francisco Montuenga y Salvador Nacher, no sólo le presionaron a hacer enormes contribuciones al Opus Dei sino que tambén transfirió dinero para ellos. Dijo que para el Opus Dei había dado al menos 40 millones de dólares de dinero líquido perteneciente a Rumasa. Sus alegaciones fueron denegadas prontamente por los jefes del Opus Dei, aunque reconocían que Ruiz Mateos había sido un miembro de la Obra después de todo.

En 1986 vino el ultimatum del Opus Dei, lo echarían si no retiraba sus acusaciones. Los puros e inmaculados juzgan desde su escaño al resto de pobres humanos que un día se fiaron y ya no se fian más. Pero en lugar de retirar lo dicho, el extraditado presentó 15 fotocopias de transferencias de Rumasa a través del Nordfinanz Bank de Zurich, a una cuenta "River Invest" en la Union Bank de Suiza en Ginebra. Mientras la fiscalia estaba desconcertada sobre lo que tenia que hacer, [porque] el fiscal Francisco Jiménez Lablanca tambén pertenecía al Opus Dei, el Opus Dei tuvo la santa cara de negar toda conexión con las actividades económicas de Ruiz Mateos, y contrarrestó la mala publicidad del ya "ex miembro" con una entrevista a Tomás Guitérrez Calzada, el vicario regional de España, en Época.

La entrevista se tituló "Los enemigos de la libertad están atacándonos". "Libertad" en lenguaje opusino significaba, en este caso, "Iglesia". Los "enemigos" resultaban ser en la siguiente línea Ruiz Mateos, "porque nos amenaza con un escándalo público".

Ruiz Mateos se dió cuenta de que estaba fuera de órbita, empezó a temer por su vida. Lo declaró en The Sunday Press, 25 mayo 1986.

"No sólo temo por mi vida, me extraña que todavía no me haya pasado nada. Muchos españoles han muerto misteriosamente por mucho menos, y la historia está plagada de crímenes en nombre de Dios", esta declaración es de 1993 a The Independent.

Ruiz Mateos no era ni es ningún tonto. Tres meses antes el banquero Michel Sindona había muerto en la prisión de Milán envenenado por una taza de café, el incidente estaba tan vivo para el español como la muerte de Calvi, [ahorcado en el puente Black Friar's] de Londres.

Le dejaron bajo arresto domiciliario, después de no poderlo condenar por fraude por falta de pruebas. Para entonces, el imperio Rumasa ya había sido liquidado. El Atlántico fue vendido a precio de saldo a un grupo árabe. [Galerías Preciados fue "vendida" por un precio inferior al de su patrimonio inmobiliario. Se perdieron 40.000 puestos de trabajo directos, y más del doble de indirectos.]

Pero Ruiz Mateos no se resignaba a que las cosas quedaran así, reclamaba una indemnización al Estado por daños y perjuicios, y lo hizo disfrazándose y organizando movidas frente a los juzgados y los edificios gubernamentales. Era la única forma de no ser olvidado.

En junio de 1989, obtuvo inmunidad temporal al ser elegido al parlamento europeo. Pero antes de poder celebrar la victoria tuvo que ser intervenido en el hospital donde le quitaron un metro de intestinos debido a una trombosis mesentérica. Este tipo de dolencia, normalmente fatal, sólo puede ser provocado por una obstrucción provocada por comer pescado venenoso, por mordedura de araña, o por veneno. Los médicos de la clínica Mayo pensaron que había sido envenenado. Lo denunció con el informe médico en la mano.

La expropiación de Rumasa pasó por el tribunal constitucional. Había 11 jueces y un presidente cuyo voto cuenta doble. Después de largas consideraciones, 6 de los jueces votaron en contra de la expropiación, 5 a favor. El presidente Manuel García Pelayo, de 80 años de edad, después de una llamada de Felipe González, decidió votar con la minoría. Luego se retiró a Venezuela donde moriría. [Pero] antes aseguró que el Constitucional se había envilecido al dar esa sentencia.

Ruiz Mateos apeló a Estrasburgo, pero el Tribunal Europeo dijo que no era competente. Si algún día ese juicio tiene lugar sería una situación embarazosa para el Opus Dei. Cuando se le preguntaba quién había sido el responsable de su caída, respondía:

- "Los mismos que organizaron el 23-F, organizaron la expropiación de Rumasa."
- "¿Quiénes son 'los mismos'?"
- "Los Vallses" [Historia de una traición II: Ruiz Mateos llamaba los "Vallses" a todos los directivos bancarios españoles porque le debían lealtad a Luis Valls, incluidos el gobernador entonces del Banco de España, José Ramón Alvarez Renduelles, gobernador del banco de España (1978-84), y su representante Mariano Rubio].

[Haciendo semejantes declaraciones, no es de extrañar la aparición de contradeclaraciones tan extrañas como las de Víctor de la Cruz en el Suplemento Crónica del Diario El Mundo del domingo 19 de febrero de 2012, en las que el chófer intenta desprestigiar a Ruiz Mateos afirmando que le ordenó robar el Botafumeiro de Santiago:

"Fue antes de una visita de Felipe González por el Xacobeo. Nos colamos en la catedral y fichamos los movimientos del botafumeiro. Un día, después de la última misa, lo cogimos, pero estaba ardiendo y pesaba una barbaridad... Lo escondimos en un trastero, pero lo detectaron por el humo".

Y en las que le acusa de adicción al sexo:

"Durante años, el jefe vivió en una habitación del Hotel Cuzco. La entrada estaba llena de prostitutas africanas. Pues alguna de ellas ha acabado de consejera o administradora de la familia... es un guarrón. Por su habitación pasaban mujeres de todo tipo a consultar, a entretener, pedir favores...".

http://www.libertaddigital.com/sociedad/2012-02-19/el-chofer-de-ruiz-mateos-cuenta-los-encargos-del-jefe-es-un-autentico-traidor-1276450553/]

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