-Y me viene a la mente decir algo que puede ser una insensatez, o quizás una herejía, no sé. Francisco, Jornada Unidad Cristiana. Fénix, 23-V-15
Hæc est hora vestra et potestas tenebrarum (Lc.22:53)

lunes, 22 de diciembre de 2014

El Delfín

Martin Luther, 10. November 1483 - † 18. Februar 1546, Eisleben, Grafschaft Mansfeld


El 14 de junio de 2011, bajo los auspicios de Benedicto XVI a través de monseñor Gerhard Ludwig Müller, obispo de Ratisbona y editor de sus obras completas, se reunió en Helsinki la Comisión Luterano-Católica para la Unidad de los Cristianos. El objetivo de la reunión fue preparar la conmemoración en 2017 de los 500 años de la Reforma de Lutero.

El 2 de julio de 2012, Benedicto XVI nombró a monseñor Müller Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, Presidente de las Pontificias Comisiones Bíblica y Ecclesia Dei, y Presidente de la Comisión Teológica Internacional.

El 9 de Mayo de 2013, esa misma Comisión Luterano-Católica para la Unidad de los Cristianos, con monseñor Müller a la cabeza, publicó el documento "Del conflicto a la comunión. La conmemoración conjunta luterano-católica de la Reforma en 2017".

El 22 de febrero de 2014, Francisco creó cardenal a monseñor Müller. Poco después, le hizo miembro de las Congregaciones para las Iglesias Orientales (19-II-2014), para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica (22-V-2014), y para la Educación (22-V-2014), y también le hizo miembro de los Pontificios Consejos para la Promoción de la Unidad de los Cristianos (22-V-2014) y para Promoción de la Cultura (22-V-2014).

El jueves 18 de diciembre de 2014, durante el curso de la recepción a una delegación de la Iglesia Evangélica Luterana de Alemania, esa conmemoración de la Reforma de Lutero, planificada bajo los auspicios Benedicto XVI y bajo la dirección de monseñor Müller, fue confirmada por Francisco.

Dentro de la teología católica, muchas de las afirmaciones de los pastores conciliares en general, y de Francisco en particular, resultan harto difíciles de comprender. Conscientes de esa situación, para su recta interpretación, Benedicto XVI ha apelado al uso de una Hermenéutica de Reforma en Continuidad con la Tradición, mientras que Francisco ha apelado al "Dios de las sorpresas".

Desgraciadamente, semejantes apelaciones genéricas, al ser aplicadas a casos concretos, no sólo no aclaran sino que embarullan todavía más unas palabras y escritos cuyo objetivo debería ser orientar y confirmar en la Fe a los fieles, no ejercitar sus habilidades para deconstruir las semióticas de los múltiples planos del contenido de unos discursos basados fundamentalmente en un horizonte de expectativas kantiano.

En vistas a la celebración del quinto centenario de la Reforma de Lutero, para entender mejor el significado y el alcance de las palabras de Francisco, quizá no estuviera de más leer algunas de las tesis enunciadas por el monje agustino de Erfurt:
D-741: 1. Es sentencia herética, pero muy al uso, que los sacramentos de la Nueva Ley, dan la gracia santificante a los que no ponen óbice.

D-745: 5. Que las partes de la penitencia sean tres: contrición, confesión y satisfacción, no está fundado en la Sagrada Escritura ni en los antiguos santos doctores cristianos.

D-746: 6. La contrición que se adquiere por el examen, la consideración y detestación de los pecados, por la que uno repasa sus años con amargura de su alma, ponderando la gravedad de sus pecados, su muchedumbre, su fealdad, la pérdida de la eterna bienaventuranza y adquisición de la eterna condenación; esta contrición hace al hombre hipócrita y hasta más pecador.

D-747: 7. Muy veraz es el proverbio y superior a la doctrina hasta ahora por todos enseñada sobre las contriciones: «La suma penitencia es no hacerlo en adelante; la mejor penitencia, la vida nueva».

D-748: 8. En modo alguno presumas confesar los pecados veniales pero ni siquiera. todos los mortales, porque es imposible que los conozcas todos. De ahí que en la primitiva Iglesia sólo se confesaban los pecados mortales manifiestos (o públicos).

D-749: 9. Al querer confesarlo absolutamente todo, no hacemos otra cosa que no querer dejar nada a la misericordia de Dios para que nos lo perdone.

D-750: 10. A nadie le son perdonados los pecados, si, al perdonárselos el sacerdote, no cree que le son perdonados; muy al contrario, el pecado permanecería, si no lo creyera perdonado. Porque no basta la remisión del pecado y la donación de la gracia, sino que es también necesario creer que está perdonado.

D-751: 11. En modo alguno confíes ser absuelto a causa de tu contrición, sino a causa de la palabra de Cristo: Cuanto desatares, etc. [Mt. 16, 19]. Por ello, digo, ten confianza, si obtuvieras la absolución del sacerdote y cree fuertemente que estás absuelto, y estarás verdaderamente absuelto, sea lo que fuere, de la contrición.

D-752: 12. Si, por imposible, el que se confiesa no estuviera contrito o el sacerdote no lo absolviera en serio, sino por juego; si cree, sin embargo, que está absuelto, está con toda verdad absuelto.

D-753: 13. En el sacramento de la penitencia y en la remisión de la culpa no hace más el Papa o el obispo que el ínfimo sacerdote; es más, donde no hay sacerdote, lo mismo hace cualquier cristiano, aunque fuere una mujer o un niño.

D-754: 14. Nadie debe responder al sacerdote si está contrito, ni el sacerdote debe preguntarlo.

D-755: 15. Grande es el error de aquellos que se acercan al sacramento de la Eucaristía confiados en que se han confesado, en que no tienen conciencia de pecado mortal alguno, en que han previamente hecho sus oraciones y actos preparatorios: todos ellos comen y beben su propio juicio. Mas si creen y confían que allí han de conseguir la gracia, esta sola fe los hace puros y dignos.

D-771: 31. El justo peca en toda obra buena.

D-772: 32. Una obra buena, hecha de la mejor manera, es pecado venial.

D-775: 35. Nadie está cierto de no pecar siempre mortalmente por el ocultísimo vicio de la soberbia.

D-776: 36. El libre albedrío después del pecado es cosa de mero nombre; y mientras hace lo que está de su parte, peca mortalmente.

D-777: 37. El purgatorio no puede probarse por Escritura Sagrada que esté en el canon.

D-774: 34. Batallar contra los turcos es contrariar la voluntad de Dios, que se sirve de ellos para visitar nuestra iniquidad.

Censura del Sumo Pontífice:

Condenamos, reprobamos y de todo punto rechazamos todos y cada uno de los antedichos artículos o errores, respectivamente, según se previene, como heréticos, escandalosos, falsos u ofensivos de los oídos piadosos o bien engañosos de las mentes sencillas, y opuestos a la verdad católica.

León X, Bula Exsurge Domine, de 15 de junio de 1520

Cfr. Enrique Denzinger: El Magisterio de la Iglesia, Barcelona: Herder, 1963, pp. 220-222
Visto lo visto, Su Excelencia Reverenderísima el Cardenal Gerhard Ludwig Müller parece ser el candidato "in péctore", deseado y preparado tanto por Benedicto XVI como por Francisco I.

Mientras esperamos la llegada del Delfín, quizá en 2017 -previa abdicación de Francisco- bajo el nombre de Benedicto XVII, y con el objetivo de convertirse en el Papa de la unidad de los cristianos, ya podemos ir "leyendo" la mens de Francisco a través de la de Benedicto.

Y la de los tres a través de la de Lutero. No en vano, gracias a los tres, la Iglesia va a celebrar el quinto centenario de la Reforma del gran hereje agustino.


Viernes, 23-IX-2011; Capilla del Monasterio luterano de San Agustín en Erfurt; Pastor Nikolaus Schneider; Presidente del Consejo de la Iglesia Luterana de Alemania


COUGAR


6 comentarios:

Dick Winters dijo...

Obviamente acusar a Benedicto XVI acerca de que iba a hacer esta conmemoración conjunta con luteranos, es no haber leído jamás con precisión ningún acto de su pontificado.
Hay declaraciones de Koch de la época de BXVI en donde claramente dijo "no podemos festejar un pecado". Ahora son otros tiempos.
Cualquier persona pensante no fanatizada se da cuenta de que con Benedicto XVI esto no iba a suceder.

Cougar Puma dijo...

Yo no acuso a nadie. Los dos primeros párrafos del post exponen hechos. Y contra los hechos, no valen los argumentos.

Sin embargo, vd. no presenta hechos relevantes.

Como vd. sabe muy bien, ni las "declaraciones de Koch de la época de BXVI", ni aquello de lo que, según vd., se da cuenta "Cualquier persona pensante no fanatizada", alteran la naturaleza de los actos del Papa Benedicto descritos en los dos primeros párrafos.

Su defensa de Benedicto XVI es de tal naturaleza que, además de una autoinculpación, supone una acusación en toda regla contra el propio Benedicto XVI.

Anónimo dijo...

¿Esa es la cabeza de lutero embalsamada??

Anónimo dijo...


Dick

http://www.chiesaviva.com/457%20mensile%20spa.pdf

Anónimo dijo...

Es un vaciado de su máscara mortuoria.

Anónimo dijo...

wakala....! que impresión, pensar que una monja lo vió en el infierno.
http://www.catolicidad.com/2013/07/la-beata-sor-maria-serafina-micheli.html