-Y me viene a la mente decir algo que puede ser una insensatez, o quizás una herejía, no sé. Francisco, Jornada Unidad Cristiana. Fénix, 23-V-15
Hæc est hora vestra et potestas tenebrarum (Lc.22:53)

miércoles, 2 de octubre de 2013

Francisco está desnudo



En su entrevista con Eugenio Scalfari, director de L'espresso, Francisco ha enunciado su credo personal, su descripción de la Buena Nueva, y los objetivos prioritarios de la Iglesia.

Respecto a su credo personal, ha dicho:

"Yo creo en Dios, no en un Dios católico; no existe un Dios católico, existe Dios. Y creo en Jesucristo, su Encarnación. Jesús es mi maestro, mi pastor, pero Dios, el Padre, Abba, es la luz y el Creador...
Dios es luz que ilumina las tinieblas y que aunque no las disuelva hay una chispa de esa luz divina dentro de nosotros...
aunque nuestra especie termine, no terminará la luz de Dios que en ese punto invadirá todas las almas y será todo en todos...
La trascendencia permanece porque esa luz, toda en todos, trasciende el universo y las especies que en esa fase lo pueblen"

Respecto al anuncio de la Buena Nueva, ha dicho:

"El proselitismo es una solemne tontería, no tiene sentido.

Es necesario conocerse, escucharse y hacer crecer el conocimiento del mundo que nos rodea. A mí me pasa que después de un encuentro quiero tener otro porque nacen nuevas ideas y se descubren nuevas necesidades. Esto es importante, conocerse, escuchar, ampliar el cerco de los pensamientos.

El mundo está lleno de caminos que se acercan y alejan, pero lo importante es que lleven hacia el 'Bien'... Cada uno de nosotros tiene una visión del Bien y del Mal. Nosotros debemos animar a dirigirse a lo que uno piensa que es el Bien...
Y lo repito. Cada uno tiene su propia idea del Bien y del Mal y debe elegir seguir el Bien y combatir el Mal como él lo concibe. Bastaría eso para cambiar el mundo..."

 Respecto a los objetivos prioritarios de la Iglesia, ha dicho:

"Me parece haber dicho antes que nuestro objetivo no es el proselitismo sino la escucha de las necesidades, de los deseos, de las desilusiones, de la desesperación, de la esperanza. Debemos devolver la esperanza a los jóvenes, ayudar a los viejos, abrirnos hacia el futuro, difundir el amor.
El mal más grave que afecta al mundo en estos años es el paro juvenil y la soledad de los ancianos. Los mayores necesitan atención y compañía, los jóvenes trabajo y esperanza, pero no tienen ni el uno ni la otra; lo peor: que ya no los buscan más. Les han aplastado el presente. Dígame usted: ¿se puede vivir aplastado en el presente? ¿Sin memoria del pasado y sin el deseo de proyectarse en el futuro construyendo un proyecto, un futuro, una familia? ¿Es posible continuar así? Este, en mi opinión, es el problema más urgente que la Iglesia tiene que enfrentar."

Teilhard de pacotilla, indiferentista de tronío, populista de barrio bien, Francisco parece tenerlo todo. Pero a fuerza de tener tanto, resulta que no tiene lo más básico: vestido.

Los comerciantes de la Nouvelle Théologie se han unido para venderle una tela hecha de precioso hilo teológico que sólo los más progresistas y humildes son capaces ver. Sus consejeros y fieles se han unido al coro universal de alabanzas.

Casi todos cantan sus loas. Algunos, creyéndose realmente lo que cantan. Otros, tapándose la nariz para poder cantar con más fuerza sin asfixiarse. Y otros más,  simplemente tarareando, reconociendo a media voz lo evidente.

Pues bien, ya es hora de decirlo alto y claro: Francisco está desnudo. En bolas. En pelota picada. Y es realmente vergonzoso. Patético. Ridículo. Tristísimo.

Por el Amor de Dios ¡que alguien tape sus vergüenzas! ¿Es que no habrá nadie con caridad y vergüenza suficientes como para corregir sus sandeces...?

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PS: Ya veo que la Fraternidad San Pío X, de momento, está por otros menesteres. ¿Cuáles? Misterio.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

En total acuerdo con lo expresado.
lamentable pero verdadero.
Especialmente lo referido a la Fraternidad...
Doblemente lamentable.
En Cristo y en Maria Sanmtisima
Atanasio desde el exilio

Maite C dijo...

Compararlo con Theilard de Chardin sería un honor para él,imagino.

Cuantos desprópositos nos transmite el Papa, tanto en el fondo como en la forma; y lo chocante es que todo el mundo está encantado con lo que dice, aunque no lo entiendan. Es lo que tiene ser un Papa atípico en toda la historia del papado.

Lo que vendió desde el principio es su supuesta humildad, pobreza y demás gestos continuos que se enteró todo el mundo, como por ej. ir personalmente a pagar la factura del hotel siendo ya Papa, el no residir en el Palacio Pontificio, el llamar a su kioskero de Buenos Aires, a su dentista etc.; y tantas y tantas cosas que se han hecho con luces y taquígrafos, que la humildad automáticamente deja de serlo para convertirse en un auténtico camelo.

Vamos a ver Cougar quién hay que corrija tantas ridiculeces, pero me temo que sí Dios Nuestro Señor no interviene, nada podemos hacer.



Anónimo dijo...

Otro que piensa como el Blogger:

http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=4472

A lo mejor poco a poco se va despertando la gente...

Anónimo dijo...

Otro más que se queja de Francisco y sus declaraciones:

http://my.opera.com/mserc/blog/2013/09/29/annum-fidei

Flavio Infante dijo...

Y que pase el que sigue. También le hemos dedicado algún párrafo aquí:

http://in-exspectatione.blogspot.com.ar/2013/10/y-hablaba-como-serpiente.html

Hay un cura italiano que publicó, a muy poco de la entronización de Francisco, un artículo en el que (retomando cierta fábula de Andersen) terminaba por afirmar que «Bergoglio está desnudo». Un poco a destiempo, quizás podamos ofrecerla en breve y traducida. Véase:

http://opportuneimportune.blogspot.com.ar/2013/04/i-vestiti-nuovi-dellimperatore-bergoglio.html

Cougar Puma dijo...

Hasta los que se reconocen como "creyentes" no practicantes lo tienen suficientemente claro como para poder expresarlo claramente en público. Tal es el caso de Miguel Durán en Intereconomía.

Transcribo aquí toda su columna porque, dada la situación empresarial que atraviesa el grupo, no me extrañaría que la página desapareciera de aquí a no mucho:

Un Papa sorprendente.

El nuevo Papa lanza unos mensajes que dan a entender que en la nueva Iglesia casi todo vale.

No me considero, vaya por delante, un católico ejemplar. Ni siquiera sé a ciencia cierta cuánto de católico tengo, porque si lo analizo desde la perspectiva de mis convicciones, de mi fe, de mi profunda fe en Dios, tendría que decir que me siento absoluta e irreversiblemente creyente, pero si lo digo desde mi lado de sujeción a las normas de la Iglesia, es muy posible que suspendiera el examen.

Puestos a confesar, confieso que escuchando al nuevo Papa uno se siente un poco relajado, porque este ciudadano argentino, merecedor de ocupar la cátedra de san Pedro, lanza unos mensajes que darían a entender que en la nueva Iglesia casi todo vale. Si lo suyo es innovar, a fe que lo está haciendo o –por lo menos, de momento– diciendo. Acaba de poner en pleno funcionamiento el Consejo de los ocho cardenales y se supone que no habrá de ser para que todo siga igual. Dice cosas muy sorprendentes, a la par que atractivas e impactantes, sobre la homosexualidad, sobre el divorcio e, incluso, sobre el aborto, de manera que a quienes estaban y están anclados en la tradición eclesiástica más genuina les está poniendo las meninges del revés. Se dice de quien pretende abarcarlo todo que va con una mano por el cielo y otra por el suelo, pero suele afirmarse en el sentido de que es una actitud tan omnicomprensiva que suele resultar o imposible o ineficaz. Claro, tratándose del Papa, ¿quién le niega la capacidad de tocar el Cielo con una mano y arrastrar la otra por la corteza de la Tierra?

Sin embargo, siendo como es el ecumenismo un objetivo saludable (sobre todo si se hace manteniendo la identidad de cada credo en su respectiva independencia), me parece a mí que no lo es menos que un ecumenismo vacío o meramente voluntarista puede entrañar muchísimo riesgo. Es muy posible que con este giro, de momento sólo dialéctico pero casi copernicano, que el nuevo Papa está dando, Francisco logre atraer mucha gente que se había auto-excluido de la Iglesia tradicional, pero –y también está por ver– ¿cuánta gente de la que tenía y tiene convicciones muy arraigadas puede sentirse perpleja y próxima al desaliento o al despiste? Si creemos que Dios es infinita misericordia y que el perdón divino también es infinito, está bien que el Papa trate de extender el manto espiritual del nuevo papado urbi et orbi, pero si sigue valiendo aquello de que “extra eclesiae nulla salus” es difícil –sin que el nuevo Papa nos diga cómo– pensar en que las cosas resulten tan sencillas como a veces él da a entender. La Teología es una ciencia vastísima y ha establecido muchas cosas de las que, naturalmente, algunas pueden entrar en revisión, pero el nuevo Papa Pontifex et maximus magister deberá medir muy bien cuántas cosas quiere poner patas arriba, en cuánto tiempo desea hacerlo y cuáles puedan ser las consecuencias de todo ello.

http://www.intereconomia.com/columna/un-papa-sorprendente